El títere de Putin
Por Gustavo Sierra | | Hola, ¿Cómo están?
La guerra en Ucrania entró en su séptimo día mientras la feroz resistencia ucraniana sigue negando a Putin la fácil victoria que había previsto. Las fuerzas rusas continúan avanzando desde el sur y la ciudad de Kherson se encuentra "esperando un milagro", según su alcalde, pero lo cierto es que, tras una semana de bombardeos e incursiones de la infantería, las fuerzas rusas aún no pudieron tomar ninguna ciudad importante. Esa es la razón por la que intensificaron los bombardeos indiscriminados contra objetivos civiles, lo que podría alterar la dinámica de la guerra al aumentar el número de víctimas.
Los soldados rusos están sitiando varias ciudades ucranianas, entre ellas Jerson, un puerto y punto estratégico para la estrategia del Kremlin de controlar totalmente la costa del Mar Negro. Rusia afirma que tiene el control total de la ciudad, pero los funcionarios ucranianos dijeron que el gobierno municipal seguía en funciones. Ninguna de las dos afirmaciones ha podido ser verificada de forma independiente. Kherson también está siendo disputada mientras las patrullas de los servicios civiles intentan recoger los cadáveres y restablecer los servicios básicos.
El convoy de la muerte, que tenía una longitud de 60 kilómetros de tanques, carros de asalto y camiones repletos de soldados que venía desde Bielorrusia, ya se diversificó y esa impresionante fuerza de fuego está tomando posición en varios puntos del oeste y el sur de Kiev. La intensión evidente es la de sitiar la capital ucraniana, cortar todas las vías de suministros y esperar hasta que el gobierno capitule.
Y en este punto, aparece el descabellado plan de Vladimir Putin de reestablecer en el gobierno al ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, el hombre que ordenó la masacre de los civiles que protestaban en la plaza de Maidan en 2014. Se encuentra en Minsk, la capital bielorrusa, esperando a que el líder ruso lo necesite para cubrir las apariencias y devolverlo al poder. Sería un gobierno títere en manos del hombre más odiado de Ucrania.
Para entender cabalmente la locura de esta movida político-militar sugiero conectarse inmediatamente a algún dispositivo y ver el documental "Winter On Fire: Ukraine's Fight for Freedom" (https://www.youtube.com/watch?v=jNJSX5hXJq4)
Muestra con notable calidad lo que sucedió en el levantamiento popular del Euromaidán, los tres meses de la toma de la Maidan Nezalezhnosti (Plaza de la Independencia) de Kiev. Las manifestaciones comenzaron el 21 de noviembre de 2013 cuando Yanukóvich, del pro-ruso Partido de las Regiones, decidió rechazar el acuerdo para que el país se alinee más estrechamente con la Unión Europea, con vistas a una futura adhesión al bloque, y aceptar en cambio un paquete de rescate financiero ruso y unos lazos más estrechos con Moscú. Cientos de miles de personas salieron a las calles a repudiar al ya desprestigiado Yanukóvich, que como todo dictador sólo supo responder con la violencia de las fuerzas especiales y matones que sacó de la cárcel e importó de Rusia.
Cayó tres meses más tarde y huyó a Rusia. Putin lo protegió durante todos estos años y ahora lo dejó a cargo del dictador de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, como uno hace con su mascota cuando se va de vacaciones. | | | | |
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