Tomar el sol es esencial para conseguir un bronceado natural. Desde luego, también es indispensable utilizar una crema solar que proteja la piel de los daños que puede provocar una exposición prolongada, pero, además, existen métodos para alcanzar un dorado más rápido y homogéneo, como las cremas aceleradoras de bronceado, si bien la duración del efecto termina unos pocos días después.

La buena noticia es que existen compuestos, como el betacaroteno, que, debido a su función de pigmento natural, son ideales para acelerar el bronceado. Y lo mejor es que puedes tomarlos como pastillas para empezar a preparar la piel antes de tomar el sol y también después para extender la duración del moreno. A continuación, te dejamos con las mejores cápsulas aceleradoras de bronceado para este verano.

CÁPSULAS FOTOPROTECTORAS DE HELIOCARE

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La fórmula con carotenos de estas cápsulas ayuda a estimular el bronceado y que el tono de la piel sea homogéneo después de exponerse al sol. De hecho, son incluso mejores que las cremas solares, ya que el efecto llega a zonas de difícil aplicación. Además, cuentan con la tecnología Fernblock(R)+, avalada científicamente para neutralizar y reparar el daño del sol en la piel y para prevenir su envejecimiento.

CÁPSULAS ACELERADORAS DEL BRONCEADO DE NUTRIMEA

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Estas cápsulas de betacaroteno ayudan a mantener constante la pigmentación y el bronceado de la piel. La razón es que su principal ingrediente activo es el mismo pigmento natural que da el color naranja o amarillo a varios alimentos, como las zanahorias. Asimismo, su fórmula incluye el licopeno de los tomates y dos carotenoides de las algas que, en conjunto, dan un tono bronceado a la piel de forma natural.

CÁPSULAS PARA BRONCEADO INTENSIVO ARKOPHARMA ARKOSOL

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Gracias a su alto contenido de carotenoides de origen vegetal, estas cápsulas mejoran el espectro de absorción UV, protegen la piel contra la exposición solar y favorecen una pigmentación homogénea. Pero eso no es todo, ya que también previene otros daños cutáneos asociados a una exposición prolongada a los rayos solares: envejecimiento, oxidación, arrugas, manchas y enrojecimiento.